Creemos que depende de nosotros, como individuos y organizaciones privadas, pasar a la acción, asegurándonos de que no se tale lo que queda del bosque original, y restaurar el daño causado replantando especies arbóreas originales. Nosotros, como humanos, lo hemos estropeado, así que nosotros, los humanos, debemos arreglarlo. Hemos adquirido tierra que incluye bosque amenazado y parcialmente talado. Trabajamos con la población local para obtener semillas del bosque restante y juntos replantamos estos árboles. Luego registramos la tierra bajo un título legal para protegerla como reserva natural privada y la vigilamos como si fuera un enfermo al que estamos curando. Así creamos hábitats más grandes para los animales que viven en nuestro bosque y estudiamos su evolución con cámaras instaladas en el medio natural y en cooperación con universidades. Protegemos los acuíferos existentes y creamos empleos para la población local: los descendientes de quienes tuvieron que talar el bosque para plantar alimentos y sobrevivir, ahora se benefician de la misma tierra pero de una forma nueva y positiva. Nuestro objetivo es interconectar todo el bosque aislado restante de manera que creamos un hábitat lo suficientemente grande como para que vuelvan incluso los animales más tímidos.
¿QUE NOS HACE
DIFERENTES?
Nuestro enfoque es de conservación; no creemos que sea suficiente simplemente dar dinero a los agricultores locales para que planten árboles y luego esperar que suceda lo mejor. Cada vez se corta más bosque por todo el mundo y luego se replanta, así que la única forma de revertir esta tendencia es hacer ambas cosas: replantar y proteger activamente. Creemos que se debe replantar el bosque amenazado y luego convertirlo en una reserva natural oficial. Haciendo esto estamos creando y expandiendo el hábitat para los animales del bosque. Estudiando y documentando su regreso incentivamos a la gente a participar. No estamos trabajando por incentivos económicos tradicionales, sino que creemos que invertir en la protección y regeneración de los bosques se traduce en“dividendos” reales: estamos invirtiendo en el futuro de nuestros hijos y su calidad de vida. Trabajamos junto a instituciones educativas y de investigación porque queremos obtener y compartir más conocimientos sobre como regenerar mejor el bosque original y encontrar nuevas vías para que la población local realmente se beneficie más del bosque que talándolo para despejar tierras para producir. Al final, creemos que el bosque original debe convertirse en algo mucho más valioso (en el sentido más amplio) para aquellos que estaban, en el pasado e incluso hoy, talando el bosque por necesidad económica o para obtener beneficios.
01
JUNTO A TI
REGALAMOS UN ÁRBOL
02
Y ASI COMBATIMOS EL
CAMBIO CLIMÁTICO
03
Y PROTEGEMOS Y CREAMOS
HÁBITAT PARA LA FLORA Y FAUNA
TODOS PODEMOS
HACER ALGO
GRANDE O PEQUEÑO
CADA ÁRBOL
CUENTA
Según la Arbor Day Foundation, en un año un árbol maduro absorbe más de 21 kg de dióxido de carbono de la atmósfera , liberando oxígeno a cambio.
JUNTOS PODEMOS MARCAR LA DIFERENCIA
¡AYÚDANOS A CORRER LA VOZ!
Nosotros, como participantes realmente implicados in situ en el proyecto, somos muy afortunados al poder actuar de forma individual plantando árboles nosotros mismos. Pero claro, ¡no todo el mundo puede hacerlo! Alguien que vive en una ciudad o, por ejemplo está incapacitado físicamente, simplemente no tiene esa opción. ¡Pero podemos hacerlo por ti! No importa dónde estés, puedes participar y generar un impacto.
Puedes participar haciéndonos plantar un árbol por ti o adoptando una zona pequeña de bosque, y así ayudar a asegurar esa parcela para que NUNCA MÁS se vuelva a cortar. Otra forma de actuar es ayudarnos con una aportación mensual: este dinero se utilizará para el mantenimiento de las cámaras instaladas en el medio natural, para vigilar a los cazadores furtivos y financiar fondos de estudio. Cualquiera puede compensar el impacto negativo que todos causamos en el medio ambiente mientras vivimos nuestras vidas cotidianas; conduciendo nuestro coche, calentando nuestra casa etc., y podemos tener ese impacto de una manera creativa. Por ejemplo: puedes proteger una cantidad determinada de metros cuadrados de bosque que sea igual a tu casa, o a tu comercio o empresa. Nuestros colaboradores reciben un certificado que indica el número de árboles plantados o los metros cuadrados de área protegida. a cambio de su aportación. Este certificado puede ser también un bonito regalo para concienciar sobre nuestra causa y, además, supone haber pasado a la acción. ¡Una acción real hecha por ti!
Para nosotros es muy importante proteger y ampliar el hábitat de la fauna del bosque; no solo es el bosque que está amenazado; ¡también lo son los animales! Para lograr un impacto significativo al respecto, tenemos que interconectar las pequeñas “islas” de bosque que existenten en nuestra zona. Nuestra misión no es simplemente salvar la tierra de este proyecto; va mucho más allá. Queremos crear un impacto a una escala mucho mayor. Si recibimos apoyo, podremos incluso ampliar y crear un "Efecto de bola de nieve ecológico" que a su vez tendrá un impacto en el cambio climático y el calentamiento global.
PROTECCIÓN DEL CLIMA Y EL HÁBITAT
A TRAVÉS DE LA REFORESTACIÓN,
CONSERVACIÓN Y
PROTECCIÓN
PLANTA ARBOLES
Y
EMPIEZA A
¡PRESUMIR!
El certificado es una buena forma de demostrar que eres parte de la solución. También crea conciencia sobre el problema, al mostrar el certificado harás que otros también consideren tomar medidas.
Aquí puede ver claramente la diferencia que hay entre las secciones donde aún existe bosque original, que está siendo protegido por nosotros, y la sección que está siendo reforestada por nosotros y luego incorporada al bosque.
Esta finca de 100 hectáreas está ubicada en las colinas sobre el pequeño pueblo de Río Claro y solo tiene caminos de tierra básicos que llevan hasta la zona y a la propiedad. El área circundante inmediata en las colinas es tierra parcialmente deforestada que ahora se usa como zona de pasto para vacas, pero todavía existe un porcentaje bastante grande de selva tropical original. Pero esta selva tropical está amenazada. La Zona Sur y nuestra zona en particular no se ha beneficiado del boom turístico de Costa Rica. Los ingresos, la educación y el nivel de vida todavía están muy por debajo de los de la mayoría de las otras partes del país. La finca Llano Bonito consta de 65 hectáreas de selva tropical y unas 35 hectáreas que fueron taladas por agricultores locales en el pasado (por falta de medios de ingresos alternativos). En 1995 las 35 hectáreas fueron plantadas con un monocultivo de una especie arbórea exótica (Gmelina); y esos árboles posteriormente fueron talados para usar la madera en la industria de palets.
En 2017 y 2018, la madera se taló y lo que quedó fue un terrible párramo que impactó tanto al propietario original que decidió que esto no debía ocurrir nunca más.
Nos pidió ayuda y decidimos convertir esta tierra en una reserva natural privada creando un proyecto ejemplarizante con impacto positivo para la zona y sus animales, y concienciando a la población local sobre el cambio climático y la necesidad de proteger los recursos naturales.
En 2019 hicimos un plan de proyecto para reforestar con árboles indígenas el terreno arrasado. En marzo de 2020 ya habíamos instalado nuestros invernaderos y habíamos contratado una plantilla de trabajo (100% local). Enviamos a nuestra gente a buscar semillas de los árboles autóctonos presentes en la zona. Luego cultivamos cerca de 20.000 semilleros en nuestros invernaderos. Entre abril y junio de 2020 preparamos la tierra para plantar y hicimos la finca accesible para nuestros trabajadores. Entre julio y diciembre de 2020, nuestra plantilla 100% local había plantado más de 18.000 árboles en aproximadamente 20 hectáreas. En diciembre de 2020 contratamos a nuestro Ranger local. En diciembre de 2020, presentamos los mapas y la documentación requerida ante el MINAE (el ministerio a cargo de los recursos naturales) y solicitamos el estatus de Reserva Natural (Reserva Forestal). En 2021 obtuvimos el estatus oficial de Reserva Forestal convirtiéndonos en Reserva Natural oficial. Seguimos plantando más árboles e hicimos el mantenimiento necesario a los árboles plantados. Para que esos árboles sobrevivan, deben protegerse de la maleza durante los primeros 4 años después de la plantación. Esto asegura que tengamos la cobertura máxima de 1100 árboles por hectárea para que las especies de árboles originales vuelvan lo antes posible, mucho más rápido que si los abandonáramos: ya que en ese caso tendrían que competir con otras malas hierbas y árboles y sólo unos pocos sobrevivirían. Nuestro método requiere mucho más trabajo pero asegura el éxito, en un plazo de cuatro años podemos ver que el bosque original ya ha vuelto.